Brézhnev y Putin

Brézhnev lanzando un up-down a Jill St. John

Putin atendiendo los requerimientos de una activista de Femen

No hay nada más ridículo que sorprender la lascivia de un mirón. Los líderes rusos no han leído mucho los evangelios (Mateo 5, 28). Well, apparently neither have I. Vamos, que hay que tener cuidado.

Conk

Malcolm Little

La piel y el pelo. Lo que delataba a los negros. Poco se podía hacer con la piel, por lo menos en 1920. El cabello, sin embargo, se podía alisar aplicando un mejunje asqueroso que abrasaba el cuero cabelludo. La rebelión de Malcolm Little comenzó cuando renunció a su religión, a su apellido, al zoot, al conk.

Nicolás II y Kim Jong Il



Enviados eran los andrajosos soldados rusos contra alemanes y austriacos sin balas, sin fusiles. No podía faltar, empero, el mejor champán francés en la mesa del zar. A los aliados de la Entente les preocupaba especialmente que Nicolás pudiera seguir disfrutando del delicioso Heidsieck.

Otro país, otra época, otro autócrata. Los norcoreanos se mueren de hambre, pero su presidente, el Querido Líder, tiene gustos caros: cada año trueca medio millón de euros por cajas y cajas de exclusivo Hennessy.

Cromwell y Muhammad Ahmad

Oliver Cromwell (1599-1658) y Muhammad Ahmad (1844-1885)


Cromwell, puritano, líder de los parlamentarios, se empeñó en que Carlos I fuera ejecutado. Gobernó Inglaterra como un dictador por diez años y fue enterrado en Westminster. Cuando regresaron los Estuardos, el cuerpo de Cromwell fue desenterrado, conducido en cadenas al cadalso y ahorcado. Posteriormente se le cortó la cabeza que durante trescientos años pasó de mano en mano hasta acabar en el Sidney Sussex College, de Cambridge.

Muhammad Ahmad, el mahdi del Sudán, uno de ellos, se levantó contra los impíos dominadores egipcios en 1881. En 1885 ocupó Jartum, donde los británicos habían enviado a uno de sus más prestigiosos oficiales: Charles George Gordon. Murió de tifus a los pocos meses y fue enterrado en Omdurman. Dieciocho años después, Gran Bretaña decidió castigar la afrenta. Un numeroso ejército anglo-egipcio, armado con ametralladoras y cañones, derrotó a las milicias del califa del Sudán, armadas con arcos y flechas, espadas y palos. El cuerpo de Muhammad Ahmad fue mancillado y Kitchener, comandante británico, tuvo el mal gusto de utilizar su cráneo como pisapapeles.

Cospedalear



Hace unos días, la secretaria general del PP nos regaló un hermoso verbo para el diccionario: cospedalear. De madrugada, El País había publicado un documento en que aparecían nombres de dirigentes conservadores que habían recibido sobresueldos. Al mediodía, María Dolores de Cospedal restó veracidad a esos papeles. Justo a la misma hora, mientras la secretaria general comparecía ante los periodistas, Pío García Escudero, presidente del Senado, dijo que sí que él si había recibido un préstamo de cinco millones de pesetas, como mostraban los papeles, pero que lo había ido devolviendo, como mostraban los papeles. Preguntada sobre las declaraciones de su congregante, Cospedal dudó, balbuceó, cospedaleó: aseguró que los papeles no eran veraces.

Claro que quien debió dar la cara fue el presidente, Rajoy. Su modelo sigue siendo Moka, el rey de Fernando Poo que vivía encerrado en una habitación, alejado de sus súbditos.

Misa



Lo que en principio debió llamarse eucaristía, se ha acabado convirtiendo en misa, palabra que ha triunfado en todos los idiomas: missa, messe, mass, msza, mässa, maša, mishamis. La palabra procede de la despedida en latín: Ite, missa est. Vamos, que los católicos sólo esperaban que la dichosa ceremonia acabara de una vez. La historia del apaga y vámonos no es del todo apócrifa.

Monárquicos

La reina gestante jura la Constitución

Hay dos tipos de monárquicos: los absolutos y los relativos. Los primeros son los que consideran que la monarquía es el mejor régimen político, que si aparece un rey imbécil hay que soportarlo porque así lo ha dispuesto la providencia divina. Los monárquicos relativos no dejan de ser republicanos que prefieren tener a un rey inútil al que manejar como un guiñol. Por ejemplo, la principal cualidad de Jorge I era que no sabía inglés ni nada de la vida política inglesa. Aquí, en España, se prefería a niños y adolescentes: Isabel II alcanzó la mayoría de edad a los trece años; Alfonso XII comenzó a reinar a los diecisiete; Alfonso XIII fue un extraño caso de rey en gestación.

Estadísticas

Se supone que las estadísticas ayudan a conocer la situación real de un Estado, para llevar a cabo politicas en función de los resultados. Así lo entendió Necker, que fue el primer ministro de Finanzas francés que publicó los presupuestos. Ahora se cree que sus comptes eran bastante fiables, pero muchos franceses tomaron los números como un mero conte.

Aquí, en España, las estadísticas vienen a mostrar los números que quieren los políticos que muestren. Ya a finales del siglo XIX un escritor inglés, Wentworth Webster, se quejaba de que no podía fiarse de los guarismos españoles. "In most European nations the official returns and government reports may be accepted as trustworthy, and the compiler has little more to do than to copy them; but in Spain this is far from being always the case."

Hoy en día, ocurre otro tanto. El problema está en que el Gobierno español tiene que rendir cuentas a los burócratas de Bruselas. Estos conocen bien el valor de esas estadísticas: el paro está siempre por debajo del real, el PIB es superior, el déficit está maquillado y la deuda pública está lejos de parecerse a la real.

—Estos españoles mienten aunque no tengan necesidad —suelen mascullar los bruselenses.

Algunas veces se llega a lo absurdo. Así, las estadísticas de accidentes de tráfico sólo tienen en cuenta a los muertos en el momento del accidente, mientras que en Europa se consideran los fallecidos dentro del primer mes. 

Borbones

Fernando VII el Deleznable

Resulta hilarante que en la Constitución española se diga que el rey es “símbolo de la unidad y permanencia del Estado” y que se añada más adelante que Juan Carlos de Borbón es “legítimo heredero de la dinastía histórica”. ¡Ja! Los Borbones han sido un desastre para España. Quizá es lo que quería Luis XIV, que durante la mayor parte de su vida adulta estuvo en guerra contra los Habsburgo.

Poco se pide a los reyes: que se casen, que tengan hijos, que mueran y dejen el trono a esos hijos. Algo tan sencillo no han parecido comprenderlo los Borbones. Felipe V abdicó en su hijo, que se murió a los pocos meses. Fernando VI era estéril. Mejor que lo hubiera sido Carlos III, porque sus genes transmitieron la idiocia a los sucesivos reyes de Nápoles y España. Carlos IV llegó a abdicar hasta dos veces en unos pocos meses. Fernando VII fue uno de los seres más viles que ha existido: en un país normal, habría acabado en la cárcel, pero aquí, después de aplaudir las matanzas de Bonaparte, reinó durante diecinueve años repartiendo palos a todo el mundo. Dejó el trono a una hija putativa que, cuando alcanzó la pubertad, quiso desprenderse de algunas letras de este adjetivo. Alfonso XII de Puigmoltó y Godoy-Borbón consiguió engendrar un hijo póstumo. Este rey nonato, Alfonso XIII, no tuvo la dignidad de abdicar, sino que renunció a la corona. Por fin, el regente, Franco, estuvo deshojando la margarita durante cuarenta años. ¿Se convertiría en rey Juan, Juan Carlos o ese Borbón que se casó con su nieta?

Démocratie à l'algerienne

Abdelaziz Bouteflika, ese peculiar demócrata

¿Qué es la democracia? Churchill decía que era la peor forma de gobierno, si se exceptúan todas los demás. Resulta sencillo, empero, saber cuando un país es democrático: en él se celebran elecciones de manera regular y ocupa el poder el partido más votado, que se compromete a abandonarlo si pierde los siguientes comicios.

En 1991, el Frente Islámico de Salvación obtuvo la mayoría en la primera vuelta de las elecciones legislativas argelinas: 189 diputados, por sólo 15 del Frente de Liberación Nacional. El presidente Chadli Bendjedid, líder del FLN, decidió que el FIS no era un partido democrático, así que anuló los resultados.

Hoy en día, el FLN sigue gobernando Argelia. Abdelaziz Bouteflika ha superado sin problemas la ola revolucionaria que ha devastado las otras dictaduras del norte de África: Egipto, Túnez y Libia. 

Ah, sí, se siguen celebrando elecciones en Argelia. Sólo un puñado de argelinos se toman la molestia de acudir cuando se les llama a votar.

Ejército austriaco

Las tropas francesas en Aspern, aguantando la tarascada

Cualquiera que haya leído la historia de las guerras napoleónicas no puede por menos de asombrarse de que el ejército austriaco siempre resultara derrotado. Sólo en Aspern estuvo a punto el archiduque Carlos de sorprender a Napoléon, pero no pudo, no lo logró. Los austriacos estaban tan desesperados que, después de ser aplastados unas semanas después en Wagram, decidieron entregar una princesa a Napoleón, al que de pronto vieron como descendiente de los duques de Toscana.

Sólo cuatro años les duró la alianza, pero no fue el ejército austriaco el que derrotó al francés en Leipzig. Y en la campaña de 1814, Napoleón infringió varias derrotas a las tropas de su suegro.

Al año siguiente, un emisario austriaco se reunió con Wellington en Bruselas.

—Nuestras tropas estarán listas en cuatro semanas.

—¿Cuatro semanas? Hum. Me parece que sería mejor que me enfrente yo solo a Buonaparte.

Castilla y Cataluña

¿Qué demonios tienen ellos? ¿Cómo diablos lo han conseguido? No son comerciantes ni artesanos ni obreros. Son malos trabajadores, vagos, perezosos. No se puede negar que por un tiempo fueron indómitos soldados, bastante salvajes: Castilla la Nueva, Extremadura, Andalucía, Sudámerica, están llenas de los despoblados que dejaron en sus feroces guerras de conquista. Sin embargo consiguieron unificar la península y fundaron un imperio.

Nuestra lengua llegó a hablarse en todas las orillas del Mediterráneo. ¡La llevamos al Partenón! Y sin embargo el castellano, apenas un latín chapurreado por vascones, es la tercera lengua más hablada del planeta. ¡Ese maldito idioma lleno de vocales y de largas palabras! Hasta supera en Cataluña al catalán.

¿Por qué ellos lo lograron y nosotros no? ¿Por qué fracasamos?

Reyes sin reino

¿Un futuro rey sin reino?

Habita Europa un puñado de reyes sin reino, monarcas sin corona e hijos y nietos de monarcas destronados. Hace un siglo, sólo Francia y Suiza eran repúblicas. Hoy en día, sólo quedan en Europa siete monarcas, dos príncipes y un gran duque. En mi modesta opinión, sobran diez de estos soberanos.

La actitud de los reyes sin reino es muy diferente. Los Habsburgo hace tiempo renunciaron a sus aspiraciones. Carlos de Habsburgo-Lorena, empero, tiene una comprometida agenda: fue diputado del Parlamento Europeo y preside ahora la Asociación de Comités Nacionales del Escudo Azul, que no sé qué diablos es.

Las dinastías que perdieron el trono después de la Segunda Guerra Mundial siguen dándole vueltas a eso de la restauración monárquica. Simeón de Bulgaria llegó a convertirse en primer ministro, pero tuvo que dimitir por los escándalos de corrupción en los que se vio envuelto su gobierno. Constantino de Grecia vive en el exilio londinense, confiando sin duda en que sus atribulados súbditos le llamen. Miguel I de Rumanía ha retornado a su país en loor de sí mismo. Admito que no sé cómo andan hoy en día las cosas entre los Karađorđević y los Obrenović: ¿se han reconciliado o siguen pugnando por el trono de Serbia?

Víctor Manuel de Saboya, homicida

Víctor Manuel de Saboya, por su parte, sigue luchando por su trono: hace unos años comenzó a golpear a su primo Amadeo de Aosta, al que muchos legitimistas italianos reconocen. Víctor Manuel es una verdadera vergüenza para la Internacional de las Casas Reales: admitió haber cometido un homicidio en Francia y en Italia ha sido juzgado por tráfico de divisas y proxenetismo.

Los descendientes de los reyes destronados después de 1918 continúan llenando sus tarjetas de presentación de títulos vacíos. Jorge Federico de Hohenzollern es el heredero de Prusia y tiene posibilidades de ocupar el trono inglés… si murieran otros 150 descendientes de Jacobo I. Francisco de Wittelsbach se contenta con ser gran maestre de la Orden Real de San Jorge; es heredero legítimo de los jacobitas, pero de momento no ha intentado ningún desembarco en Escocia para destronar a Isabel II.

Eduardo Pío de Braganza

Eduardo Pío de Braganza sigue confiando en la pronta restauración monárquica. "Portugal le debe mucho a sus reyes", manifestó en una entrevista reciente. No sé si estaba pensando en Alfonso Raimúndez, en  Sebastián de Avís o en José I.

Luis Alfonso de Borbón preparándose para ocupar el trono

Luis Alfonso de Borbón se proclamó hace años heredero al trono de Francia: desciende por vía directa de Felipe de Anjou, de Luis XIV y de Hugo Capeto. Según declaró hace poco, siente una gran responsabilidad porque sobre sus hombros reposan mil años de historia. Supongo que, como jefe de la Casa Borbón, también puede aspirar al trono de las Dos Sicilias, de Parma, de España, de las Indias y de Jerusalén.

Homeland (2ª temporada)



A pesar de que acabé escaldado después de la primera temporada, decidí acometer la segunda hace unos días: algo hay que hacer mientras como; ya sé que en laSexta sólo me van a mostrar un puñado de gritones quejándose de cualquier tontería y que en Intereconomía van a aplaudir al gobierno porque ha conseguido captar 3.000 millones de euros al 5 %. ¡Bastante tengo con los periódicos digitales!

Si la verosimilitud no era el fuerte de la primera temporada de Homeland, en la segunda no se han preocupado lo más mínimo por ella. Sospecho que los estadounidenses no soportan la realidad ni nada que se le parezca; necesitan saber que lo que ven es falso. Sólo quieren olvidarse del mundo durante cincuenta minutos: no les importa si lo que ven trata de un terrorista islámico, de un vampiro que bebe sangre sintética o de un justiciero ciego. Las actuaciones están llenas de clichés. Sólo me resulta soportable Mandy Patinkin, y no sé si porque me recuerda su papel en Mentes criminales. Damian Lewis está en su línea. Hace unos años, protagonizó Life, en la que interpretaba a un policía que había pasado varios años en la cárcel: debería seguir allí. Lo más extraordinario es que hayan premiado a Claire Danes: se ha unido a mi lista de actores y actrices insoportables.

Acabaré parafraseando a Paul Groussac: Chaque saison fait regretter la précédente. Suele pasar con todas las series de televisión.