Bu Hamara

Yilali Zerhuni, conocido como Bu Hamara

Encargado de la educación de uno de los príncipes, observaba todos los días al sultán Abdelaziz, y no podía menos que pensar que ese imbécil no tenía cualidades para reinar sobre millones de hombres. Convirtiendo Taza en capital, se proclamó sultán en 1319 y se hizo llamar Bu Hamara, el Hombre del Asno. Miles de voluntarios se unieron a su ejército. Persiguió a los malditos judíos, que, escuchó, se habían burlado de sus aspiraciones. Pronto envió el sultán sus ejércitos para capturarle, pero, mal dirigidos, no tuvo problemas Bu Hamara en derrotarlos. Sabía el rogui tratar a los enemigos que capturaba: si no se unían a su causa, prendíales fuego.

Murió Abdelaziz de manera extraña y ocupó el trono su hermano, Muley Abdelhafid, algo más capaz. El rogui Bu Hamara fue perdiendo seguidores, hasta que tuvo que pedir asilo a los cristianos de Melilla. Estos le entregaron arteramente al sultán. Alegróse éste de la captura del rebelde:

—¿Por fin te tengo en mis manos, maldito hijo de perra! —exclamó Muley Abdelhafid—. ¿Cómo te atreviste a pasar por hermano mío? ¡Cómo osaste levantarte contra tu señor? ¿Qué sangre corre por tus venas para aspirar al trono, miserable? Tus secuaces serán castigados con dureza y a ti te echaré a mis leones. ¿Lo oyes, Yilali Zerhuni, que así te llamas? ¡En nombre del Islam y de mis gloriosos antepasados, maldito seas!


El rogui Bu Hamara en su jaula

Fue paseado Bu Hamara en una jaula por todas las ciudades del imperio. Y sí, cumplió Muley Abdelhafid su promesa: arrojado fue el felón a los leones. Murió Yilali Zerhuni en 1326.