La batalla de Almansa

Henri de Massue, marqués de Ruvigny, y James Fitz-James, duque de Berwick

Las batallas de la Edad Moderna nos tienen acostumbrados a estas rarezas: en Almansa los franceses eran comandados por un inglés, sobrino del gran Marlborough, mientras que los ingleses eran dirigidos por un francés. El duque de Berwick, el comandante francés, era hijo ilegítimo de Jacobo II, el rey que los ingleses muy sabiamente habían expulsado del trono en 1688 y que se había exiliado en Francia. El marqués de Ruvigny, hugonote, decidió quedarse en Inglaterra, donde había sido embajador, cuando Luis XIV revocó el Edicto de Nantes.

Ruvigny, premiado con el condado de Galway, murió sin descendencia. Berwick se convirtió en duque de Liria y sus sucesores acabaron emparentando con los duques de Alba. Por no sé qué razón, Berwick no les resulta muy simpático a los catalanes.