Hans

Isla Hans

¡Es nuestra!

La disputa dura ya varios siglos y aún sigue sin encontrarse una solución, una solución pacífica, por supuesto. A la presencia de prospectores canadienses en la isla, los daneses respondieron plantando cruces nórdicas. La visita de un aterido ministro danés fue seguida por la visita de un aterido ministro canadiense. Los litigantes lo han propuesto todo: compartir la soberanía los años pares e impares, dividir la isla por la mitad, establecer un condominio. Los dos países encuentran razones a favor y en contra de cada una de las soluciones. Mientras tanto, la isla Hans, justo en medio del canal de Ellesmere, sigue siendo tierra de nadie, más desierta que las islas Salvajes.