Bokmål y nynorsk




Durante siglos, Noruega estuvo sometida a Dinamarca. Los noruegos hablaban diversos dialectos, pero las clases cultas, cuyo París era Copenhague, escribían y hablaban en danés. En el siglo XIX, el asunto se complicó un poco: Metternich entregó Noruega a Bernadotte, premiando su lealtad o deslealtad. En 1905, llegó la independencia.

Noruega, un país de cinco millones de habitantes, tiene ahora dos idiomas oficiales y hasta dos nombres oficiales: Kongeriket Norge, en bokmål; Kongeriket Noreg (o Kongedømet Noreg) en nynorsk. Curiosamente, España tanto en bokmål con en nynorsk es Kongeriket Spania; Polonia, Republikken Polen; Alemania, Forbundsrepublikken Tyskland.



El nynorsk ('nuevo noruego') es la norma más antigua. Fue creada por el lingüista Ivar Aasen, que trató de homogeneizar los dialectos del país; por ello, llamó a su idioma landsmål ('lengua del país'). Partía de la base de que todos derivaban de un protonoruego (llamado por los lingüistas urnorsk). Aasen recorrió las zonas rurales, aquellas que él suponía alejadas de la influencia danesa. En principio, el nynorsk fue acogido de manera entusiasta, pues suponía que los noruegos tendrían por fin un idioma escrito, pero poco a poco ha ido perdiendo terreno frente al bokmål.

Aproximadamente, el 10 o 15 % de los noruegos utiliza el nynorsk. Es mayoritario en cuatro de las diecinueve provincias de Noruega; otras cinco son neutrales. La ciudad más populosa con el nynorsk como idioma oficial es la capital de Hordaland, Leirvik: 11.000 habitantes, menos que los que tiene Torredonjimeno.

Algunos consideran que el nynorsk actual está demasiado influenciado por el bokmål y abogan por retornar paulatinamente al høgnorsk ('alto noruego'). Las tierras altas de Noruega presumen de haber conservado mejor el urnorsk.



Durante el siglo XIX, el nacionalismo noruego escribió en... danés. Henrik Ibsen publicó sus obras en ese idioma. A semejanza del rigsmål danés o rigsdansk, los noruegos trataron de crear una sola lengua nacional. Ésta comenzó a imponerse después de la independencia del país. En principio conservó el nombre de riksmål ('lengua de la nación'), pero en 1929 se generalizó el de bokmål ('lengua del libro'). Este idioma se basa en el dialecto de Oslo y del este de Noruega (østnorsk). Muy influido por el danés, algunos lo han llamado dansk-norsk.

Knut Hamsun escribió en 1918 que había que volver al danés y, a partir de ahí, evolucionar poco a poco: es más o menos el camino que ha seguido el bokmål. En 1927, el periódico más importante de Noruega, el conservador Aftenposten, adoptó la nueva ortografía. El bokmål se ha ido extendiendo por todo el país. En la actualidad lo utilizan más del 80 % de los noruegos.



Los municipios pueden declarar oficial el bokmål o el nynorsk o declararse neutrales; la elección tiene consecuencias en la lengua de la administración local, la escuela, etc. Los organismos gubernamentales se expresan en los dos idiomas.

¡Un país de cinco millones de habitantes y que tiene dos lenguas oficiales! Durante años, ha habido intentos de crear una norma única. El gobierno siempre ha defendido un solo idioma nacional, pero hasta el momento no ha tenido éxito. En 1964 tuvo que formar un comité de la paz para evitar que las controversias idiomáticas fueran a mayores. En países como Alemania o Italia, existen muchas variedades dialectales tan relacionadas entre ellas como el sueco y el danés, el ruso y el ucraniano, pero se ha adoptado una norma común, habitualmente la lengua de una región o de la capital. Las academias nacionales han limpiado, fijado y dado esplendor a las diferentes lenguas, pero eso no ha sucedido en Noruega. Los hablantes del bokmål y del nynorsk han rechazado todos los intentos de crear un único norsk; el samnorsk ('noruego común') sigue siendo un sueño lejano.





¿Por qué esa obcecación? Los noruegos comprendieron quizá que su idioma nunca se enseñaría ni estudiaría en otros países: los adolescentes brasileños o birmanos jamás elegirán el noruego como primera, segunda o tercera lengua extranjera, ni habrá departamentos de noruego en las universidades australianas o congoleñas. ¿Por qué crear entonces un solo idioma? Decidieron, pues, hablar y escribir varias lenguas. Los inviernos noruegos son largos, fríos y oscuros, y hay que buscar pasatiempos y distracciones.

Desde el principio, algunos noruegos se tomaron a risa todo el asunto. En 1911, se estrenó la comedia La torre de Babel, escrita por el dramaturgo Gabriel Scott Jensen. Un grupo de hablantes de landsmål llegan a un pueblo del este de Noruega. Allí intentan imponer su idioma, pero acaban ejecutando a los tozudos habitantes. Al final, se matan entre sí porque no se ponen de acuerdo en el nombre del país: Noregr, Thule, Ultima, Ny-Norig, Nyrig.