Antirreeleccionismo


-¡¡¡Ya está bien!!!

Los mexicanos se habían hartado de Porfirio Díaz: tenía ochenta años y llevaba casi cuarenta en el poder. Temían que nombrara un sucesor y que éste se eternizara. Presidencias tan largas son sólo buenas para los escolares perezosos, torpes, incapaces de estudiar las interminables listas de de soberanos mexicas, de presidentes de la República. El porfiriato había supuesto un empacho de nepotismo, corrupción, pobreza.



Francisco Madero pareció encontrar la solución: los presidentes no serían reelegibles, era lo mejor para el país. Ya no bastaría con que el presidente amañara las elecciones. En 1909 Madero fundó el Partido Nacional Antirreeleccionista. Casi inmediatamente fue acusado de conato de rebelión y ultraje a las autoridades. Huyó a los Estados Unidos, pero algunos de sus seguidores decidieron que había que intentar tomar el poder de la manera tradicional. Aquiles Serdán se rebeló en Puebla y fue tiroteado por los soldados de Díaz.

En 1911, empero, el presidente decidió renunciar: comenzó el gobierno de la esperanza. Que se demostró breve. El general Félix Díaz, nepote del anterior presidente, fue uno de los primeros sediciosos. Se rebeló en Veracruz en 1912: aseguró que quería derrocar a los que habían engañado al pueblo; si triunfaba, habría libertad y bienes materiales para todos los mexicanos. Nadie le tomó en serio. Félix Díaz fue hecho prisionero, condenado a muerte y… perdonado por Madero: parecía que el país iba a cambiar. Nada de eso.



Algunos no tenían claro lo que era eso del antirreeleccionismo; otros, no se fiaban. Huerta, otro general, sostuvo que había una manera de evitar que el presidente fuera reelegido. Dio un golpe de Estado y ordenó asesinar a Francisco Madero y a su vicepresidente. Al poco, él mismo fue expulsado del poder. No dio ninguna oportunidad a los ejecutores o a los sicarios: falleció de muerte natural. Se fueron sucediendo los presidentes: Carvajal, Carranza, Huerta, Obregón.



En 1923 era asesinado Pancho Villa, el último general revolucionario. Poco a poco, el país se iba calmando: las guerras habían costado la vida a más de un millón de mexicanos. En 1929, el presidente Plutarco Elías Calles fundaba el Partido Nacional Revolucionario, que en 1946 pasaría a llamarse PRI. Sus líderes llegaron a un acuerdo: los presidentes tendrían un poder absoluto durante seis años, pero no serían reelegibles.



El PRI mantuvo la presidencia de México hasta 2000. Y la recuperó en 2012.



En algunos países y regiones, se considera que debería haber una ley antirreeleccionista: no sería reelegible el mismo partido. En Andalucía, por ejemplo, el PSOE lleva gobernando más de treinta años. Incluso sigue gobernando después de perder las elecciones... En eso se parece al PRI.