Jersey Shore



Los azares del zapeo me llevaron a la MTV y a encontrarme con este extraño programa. Me quedé contemplándolo durante un par de horas, tres o cuatro capítulos. Cada episodio dura cuarenta minutos, lo normal en una teleserie, pero esto no es una teleserie. Ocho jóvenes dejan transcurrir el tiempo en una casa enorme. Todos son italo-americanos, guidos y guidettes (así se llaman unos a otros). Trabajan en una tienda de camisetas, no mucho. El día pasa entre el gimnasio, la sesión de bronceado, la lavandería, el paseo marítimo, el parque de atracciones, la playa. De noche, las mujeres se ponen unas ropas que dejan poco a la imaginación y los hombres, camisetas y deportivas. Acuden a una discoteca donde beben, bailan, fuman y tratan de cazar a una DTF, aunque siempre con cuidado, para que no les estalle ninguna grenade. Regresan a la casa: allí, llenan de vómitos el inodoro, se preparan un sándwich de tortilla, le dicen a la visita que vaya al guest room, se pelean, sueltan palabrotas y más palabrotas. A la mañana siguiente, todo empieza de nuevo.



Gugleo un poco. Jersey Shore me da 21.300.000 resultados; Chamfort, 1.610.000. Sin duda, mi admirado escritor es trece veces menos importante que este indescriptible programa. Hay casos peores: los 538.000 resultados de Baltasar Gracián y los 15.900 de Rodríguez Jiménez, el más importante de nuestros escritores locales. Más sorprendente, lo que sucede cuando tecleo los nombres de los protagonistas de Jersey Shore: Snooki, 26.300.000 resultados; Mike the Situation, el moderno Casanova de Staten Island, ¡¡223.000.000!! Sencillamente, no me lo puedo creer.

Existe una versión británica, northumbria, Geordie Shore (sólo 5.950.000 resultados), cuyos protagonistas masculinos son también forofos de la barechestedness. MTV España prepara la suya propia, que supongo se llamará Lloret Shore o Ibiza Shore.

Está claro que zapear es peligroso.