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| El descuido de Anne |
Primero manifestó que se sentía triste, abochornada. Más tarde declaró que había sido desafortunada. Anne Hathaway acudió al estreno de Los miserables con un vestido negro, semigótico. Cuando descendía del coche, mostró su entrepierna. ¡Y no llevaba bragas! La modosita de Hollywood, desmadrada.
Muchos han criticado a la prensa que ha difundido las fotos, a los medios que viven del morbo. Esto no hubiera sido posible en el Hollywood antiguo, en los pacatos 30. Supongo que decenas, que cientos de fotos del mismo estilo, después de pasar por decenas de manos, acabaron enterradas y olvidadas en un polvoriento cajón: nadie se hubiera atrevido a publicarlas.
Lo curioso es que en la película a estrenar, Hathaway no hubiera podido mostrar..., bueno, eso, a pesar de que interpreta el papel de Fantine, la amante abandonada, la prostituta. La actriz dijo que se sentía "devastada". Desde luego, si ella no hubiera preferido (¡en la ciudad de los knickers!) dejar los knickers en su habitación de hotel, nada de todo esto habría ocurrido.
