En un acto de puro voluntarismo político, decidieron renombrarla. De esa manera la N-322, la carretera Linares-Albacete, se convirtió en A-32. Sólo el inconveniente de que sólo se han desdoblado 23 de sus 236 kilómetros: el tramo entre la A-44 y Linares y el que hay entre Ibros y Úbeda. Ah, sí, también la circunvalación de Albacete. La A-32 es todo menos la autovía que promete esa letra inicial.
