Español


Palabra que designa a los habitantes de España y, en ocasiones, al idioma oficial del país. Rafael Lapesa puso de manifiesto que español es una palabra de origen occitano. En la actualidad, en ese idioma se escribe espanhòl. Viene a ser el diminutivo del gentilicio latino, hispaniolus.

Durante dos siglos, el occitano fue el foco cultural de Europa. La poesía del Languedoc influyó en toda Europa. Un capítulo del famoso libro de Stendhal se ocupa “del amor en Provenza hasta la conquista de Toulouse por los bárbaros del Norte en 1228”. La poesía de Petrarca y Dante fueron pálidos reflejos de la provenzal.

Del occitano, la palabra pasó al resto de lenguas romances: español, espagnol, spagnolo, espanhol, spaniol, spagnol, espanyol, spagneul, èspagnol. Hacia el siglo XVIII, comenzó a generalizarse para denominar el idioma más hablado en España, aunque también se siguió llamando castellano.

Hoy en día, la lengua oficial de España, por mor de la corrección autonómica, es el castellano. En toda Sudamérica, excepto en Colombia, y en Costa Rica se prefiere el término castellano. En el resto de Hispanoamérica, se inclinan por español. Nueve países emplean uno u otro término. En la Wikipedia se utiliza español, quizá porque así se conoce el idioma en el país castellanoparlante más poblado, México, aunque allí no es oficial.

Los lingüistas consideran que el castellano era el idioma surgido en la Edad Media en una zona muy concreta, Castilla. Poco a poco su uso se fue extendiendo por otras áreas peninsulares y comenzó a hablarse en América, transmutándose en español. Unos argumentan que en las islas británicas, el inglés nunca ha sido llamado británico; otros indican que el toscano se ha acabado convirtiendo en italiano.

Yo prefiero el término castellano. ¿Lo estoy minusvalorando? No, ni mucho menos. Todo lo contrario. Estoy lanzando un elogio al idioma que nació no en un reino sino en un diminuto condado y que hoy en día hablan más de cuatrocientos millones de personas.