Homeland (2ª temporada)



A pesar de que acabé escaldado después de la primera temporada, decidí acometer la segunda hace unos días: algo hay que hacer mientras como; ya sé que en laSexta sólo me van a mostrar un puñado de gritones quejándose de cualquier tontería y que en Intereconomía van a aplaudir al gobierno porque ha conseguido captar 3.000 millones de euros al 5 %. ¡Bastante tengo con los periódicos digitales!

Si la verosimilitud no era el fuerte de la primera temporada de Homeland, en la segunda no se han preocupado lo más mínimo por ella. Sospecho que los estadounidenses no soportan la realidad ni nada que se le parezca; necesitan saber que lo que ven es falso. Sólo quieren olvidarse del mundo durante cincuenta minutos: no les importa si lo que ven trata de un terrorista islámico, de un vampiro que bebe sangre sintética o de un justiciero ciego. Las actuaciones están llenas de clichés. Sólo me resulta soportable Mandy Patinkin, y no sé si porque me recuerda su papel en Mentes criminales. Damian Lewis está en su línea. Hace unos años, protagonizó Life, en la que interpretaba a un policía que había pasado varios años en la cárcel: debería seguir allí. Lo más extraordinario es que hayan premiado a Claire Danes: se ha unido a mi lista de actores y actrices insoportables.

Acabaré parafraseando a Paul Groussac: Chaque saison fait regretter la précédente. Suele pasar con todas las series de televisión.