"San Plácido. Nació en Roma, alrededor del año 515. Sus padres confiaron su educación a San Benito, que vivía entonces en Subiaco. Plácido acompañó a su maestro a Montecassino, donde fue uno de los mejores auxiliares. En su biografía de San Benito cuenta San Gregorio que en una ocasión Plácido cayó en un lago. San Benito lo advirtió por una iluminación interior y envió en su ayuda a su discípulo Mauro. Este, caminando sobre las aguas del lago, llegó al lugar donde se había sumergido Plácido y logró salvarlo. Por este milagro, la iglesia admite a Plácido entre sus santos."
No sabía nada de San Plácido hasta que leí su historia en un libro de curiosidades de Bioy Casares, De jardines ajenos. En España, este santo es famoso por el monasterio para el cual Velázquez pintó un Cristo Crucificado, una de sus pocas obras de temática religiosa. El lienzo fue robado por Godoy y posteriormente acabó en el Prado. Este cuadro redime a San Plácido: normalmente los santos hacen milagros, no se los hacen.
Hubo otro Plácido santo, quizá más famoso. Según la Leyenda Áurea, era un general al servicio de Trajano. Un día, mientras cazaba, vio una cruz entre las astas de un ciervo. Escuchó una voz que le decía: "Plácido, ¿por qué me persigues?". Se convirtió y, cuando fue bautizado, tomó el nombre de Eustaquio. Fue perseguido y martirizado junto con su esposa y sus dos hijos. Se cree que murió en el año 118.
Pluguió a Durero la figura de San Eustaquio y le representó en varias obras.
No sabía nada de San Plácido hasta que leí su historia en un libro de curiosidades de Bioy Casares, De jardines ajenos. En España, este santo es famoso por el monasterio para el cual Velázquez pintó un Cristo Crucificado, una de sus pocas obras de temática religiosa. El lienzo fue robado por Godoy y posteriormente acabó en el Prado. Este cuadro redime a San Plácido: normalmente los santos hacen milagros, no se los hacen.
Hubo otro Plácido santo, quizá más famoso. Según la Leyenda Áurea, era un general al servicio de Trajano. Un día, mientras cazaba, vio una cruz entre las astas de un ciervo. Escuchó una voz que le decía: "Plácido, ¿por qué me persigues?". Se convirtió y, cuando fue bautizado, tomó el nombre de Eustaquio. Fue perseguido y martirizado junto con su esposa y sus dos hijos. Se cree que murió en el año 118.
Pluguió a Durero la figura de San Eustaquio y le representó en varias obras.