Homeland



Me pasó hace un año cuando veía The Killing, que también adaptaba una serie extranjera: en cada episodio, trataba de imaginar el original danés. En el caso de Homeland, que llegó aquí en loor de críticos, el deseo de ver Hatufim, la serie original israelí, ha sido mayor, pues es imposible que esté tan llena de inverosimilitudes, que su final sea tan dramáticamente ridículo.